lunes, 9 de octubre de 2023

Poniendo mi cuerpo al servicio de hombres de alto rango y dotados

 



Soy Alejandra. Escribo mi segundo relato vivido en Palermo(Cisilia).


Es la segunda noche que paso en chalet privada (prostibulo). Poniendo mi cuerpo al servicio de hombres de alto rango, empresarios de poder adqusitivo.


En esta vez me hice de otro apartamento mas amplio,con yacusi,buena calefaccion y una cama de tres plazas.


Marcaban las diez de la noche,completamente desnudas,conla puerta semiabierta,mostrando mis encantos, veia caminar por los pasillos ciento de hombres en busca de presas para sacear sus instintos sexuales. De pronto entro un corpulento hombre que, en su lengua mal pronunciada me saludo muy amablemente.


Me pidio ponerme de pie para,luego pasar sus gigantes manos por mi cuerpo.¿Que es lo que busca?.Me pregunte.Que, despues de un repaso vi,como quedo anodado atinando a pronunciar ¡Me gusta!.Estas exiquisita para comerte.Me encanta tus tetas,pezones,culo y esa carita de angel. Asi me invito arrodillarme y hacerme con su polla semiempalmada que, a medida que voy chupando,daba suspiros profundos y gemidos de placer hasta que consiguio empalmarse totalmente.El empujaba mi cabeza hacia su miembro, consiguiendo penetrarme hasta la garganta.Este miembro si no me equivoco media 23cs y muy grueza pues,parami no habia ningun inconveniente hacer loque mas le apetecia.


Luego me tumbo bocarriba entonces besaba mis labios con tanta pasion que,cuando habria mi boca metia su lengua para chuparla,luego bajando pasaba sus labios por mis senos y algo desesperado chupaba mis pezones,seguia bajando y se encontro con mi polla pero,pasando de ella,se dirigio a mordisquear mis entremuslos que,luego de abrirla llego a mi hoyito ancioso de recibir algo mas que lengua.Me puso bocabajo,senti desplazar su lengua desde mis hombros hasta mis gluteos lo cual abriendolos lamia hasta dejarlo mojadito.Nuestros cuerpos resbaladisos por tanto sudor a veces .Yo abajo y viceberza.


Que colocandome al filo de la cama empeso penetrando su duro miembro pues, al sentirla,abria la boca,retorcia mi cuerpo,cogia fuerte la almohada,gimiendo,chillando recibia una bestial envestida. Luego invitandome ponerme en cuatro, arremetio con brutal fuerza hasta que sus huevos chocaban con los mios. Me invito ir al yacusi alli,con borbotones de agua tibia nos,empapamos con gel que luego de jugueteos,roces me penetro al estilo perrito.Yo me sentia en la gloria,me parecia estar soñando,recorde mi primera vez,gritaba de placer hasta que,en un momento inesperado,senti inundar mi culo con chorros de leche. Alli mismo chille,le dije, papito follame mas,no lo saques,eres mi macho,mi hombre hasme tuya,moviendo mi trasero le pedi mas leche.Creo que entendio mi pedido que,al cabo de cinco minutos se empalmo entonces,seguimos follando que luego de aclararnos regresamos a la cama,lo puse bocarriba para meterlo ese miembro hasta mi garganta luego,me sente sobre ella y me autoclave hasta sus huevos. En esta ves lo pedi correrse dentro mi boca que asi lo hizo,la chupe hasta la ultima gota dejandolo seco,limpio. El me dijo que cuando saliera de alli,lo visitara a su apartamento en Roma hasta el fin de mes.Me dio su tarjeta y se despidio con un besote.El se llama Mr.Holld,es de Kansas. @@@@–35 Asi segui tirandome a unos ocho mas hasta que a las seis de la mañana dei por finalizada mi jornada. Asi,entregando mi cuerpo hasta el domingo veintidos de enero. El dia lunes ventitres hable con Andrea diciendola que, me accedieran a un permiso por la tarde porque deseo hacer unas compras,un pequeño turismo por la ciudad de Roma.Esta bien dijo pero, como no conoces Italia te vamos a dar una acompañante traductora que,corre a cuenta nuestra. Bueno,aceptada la idea salimos de la isla destino Milan.Mi acompañante,una bella señorita Italiana,asistenta de Fabricio. En Milan ubique el Hotel,(reservo nombre),para encontrarme con Wenseslao,el Venezolano pues,lo encontre dandole una sorpresa que no podia creerlo.La presente a mi dama de compania de nombre Amanda que,despues de charlar e intercambiar ideas nos invito a su apartamento. Que maravilla el entorno,me sentia feliz.Wenseslao prometio al diasiguiente llevarnos a Roma. Al anocheser le dije a Amanda que si no tenia inconveniente de dormir con Wenseslao,felizmente respondio que no habia ningun impediento. Esa noche nos acostamos completamente desnudos los tres. Amanda era una jovencita muy caliente.Yo un cachondo desenfrenado y mi amigo un hombre de armas tomar.Terminamos haciendo un trio,me folle a Amanda por detras por delante,hicimos doble penetracion pues,es la primera vez que me corri creo cuatro veces en boca de Amanda.Mi amigo se corrio dentro su culazo unas dos veces porque,tres veces se corrio dento mi boca.Amanda se le vino creo ocho veces asi,terminamos hasta las ocho de la mañana sin dormir. Las promesas son deudas pues, a las diez cogio su coche y nos traslado a Roma,consegimos entrar al vaticano la plaza de San Pedro lleno de turistas. Mas tarde nos fuimos a Toscana alli conoci la Torre inclinada de Pisa a orillas del rio Arno asi,mientras visitamos demas centros de ocio y culturales nos pillo la noche dando lugar, regresar a Milan. Esa noche dormimos los tres como angelitos hasta el amanecer Llego la hora de despedida lo agradesi por el alojamiento y salimos a coger el avion rumbo a Venecia,llegados alli quede estupefacto al contemplar una de las maravillas del mundo formado por cientos de islas (archipielagos)conectadas por puentes,canales,el canal que no recuerdo el nombre que divide a la ciudad en dos partes.Al atardeser fuimos en busca de un hotel que para encontrarla pasamos una odisea.Alfin llegamos a un hostal que me costo un ojo de la cara pero,valia la pena porque pasamos como dos señoritas.Alli follamos como adolecentes.Amanda tenia un culazo que me gustaba chuparla,un chochito cubierto de pelos,con un clitoris gigante que cuando la mamaba gritaba,gemia,chillaba de placer creo que,nos corrimos tres o cuatro veces que al terminar manifesto que alfin habia encontrado la felicidad,que le gustaba como soy y que cuanto deseaba ser mi pareja de por vida.Yo no queria ilusionarla porque, era muy jovencita,tiene mucho futuro por delante entonces le comente que:Tengo mi pareja en Madrid. Medio que se molesto y me dijo que mas vale separarnos antes, que me enamore y sufra mas Yo le dije que es la mejor opcion que a pensado entonces,cogimos el avion con regreso a Milan.En el aeropuerto nos despedios,ella cogio un taxi mientras. Yo cogia el metro pero,con direccion a Roma a encontrarme con Holld.que habia alquilado un apartamento durante un mes.Al llegar a Roma contacte por Tf,entonces se dirigio en mi busca. No le costo mucho porque. El conocia la ciudad al verme vi su carita de felicidad,me saludo con un fuerte abarzo y me traslado a su lujoso apartamento que,despues de mostrar sus estancias me invito a cenar en uno de los restaurantes mas lujosos. El bebia wisky.Yo tome vino rosado luego,nos dirigimos a su apartamento que alli me follamos como locos.Yo sabia loque mas le gustaba,entonces accedia a sus caprichos. Se corrio creo cuatro veces y en una de ellas me pidio matrimonio.Dijo.Yo soy de Kansas,alli soy dueño de muchos restaurates,soy soltero,jamas me he casado,no tengo novia pero si una serie de amistades por el negocio que frecuento.Yo le dije: Cariño dejame pensarla,las cosas no son como queremos o pensamos existe muchas cosas que descubrir.Bueno-Prosegui-En el verano que se aproxima te visitare a Kansas,quiero conocer el ambiente, tal vez la vida que llevo no te guste pero,empleare mi tiempo para conocerte as a fondo.Conclui. Alli pase una semana con Halld pues me demostro ser una bellisima persona,talvez porque esta enamorado de mi. Me hizo muchos regalos e incluso me acompaño al aeropuerto para regresar a mi entrañable Madrid. Pues,querido lectores.Ahora estoy en Madrid,sigo con mi vida lo de siempre y no creo que ni por buenas o malas baya a Kansas para conocer a Holld.o quisas viaje. De esto ya les contare algo nuevo.Po r hoy un abrazo y hasta la proxima si Dios quiere.Alejandra...





Mi compadre el mulato que me folló rico.

 


Mi pareja es quien le bautizo un hijo a él, se conocen desde cuando eran jovenes, pero mi pareja al igual que el son masculinos, no parecen gays, les gusta el futbol, el beisbol y ven el boxeo. Mi pareja es activo y mi cacho tambien pero la diferencia es que mi pareja esta claro que a pesar de que puede estar con mujeres tambien lo que le gusta es un culo de hombre y lo que le gusta es estar con un hombre, a pesar de que es de closet; me explico el no le gustan las mariqueras, entiende lo del ambiente pero no es lo suyo, muy muy pocos saben lo que realmente le gusta. El Compadre es Bisexual y mi pareja lo sabe, pero la diferencia entre mi pareja y el es que el compadre es enrolladisimo, el no se ve como gay sino como curioso, aun no se acepta. Él es moreno maduro, de brazos, hombros y pectorales grandes, de unas piernotas y una polla grande digna de su raza, yo también deseaba que me diera con esa enorme cosota que tiene entre las piernas. 


Te pongo un ejemplo, si mi pareja es de closet, el compadre esta una caja de seguridad en el pentagono tipo mision imposible o sea. A mi me encanto desde que me lo presento mi pareja hace 4 anos, el tipo esta buenisimo y yo fantaseaba y el siempre que podia me chequeaba el trasero con la mirada haciendose el loco y yo de rata le hacia cuadritos, pero todo quedaba alli. siempre hubo respeto, hasta que un dia.... mi pareja y yo estabamos viendo apartamentos para mudarnos y ibamos a ver uno pero mi pareja se adelanto y el compadre me dio la cola. y yo le veia el paquete mientras manejaba. Cuando llegamos al apartamento y estabamos viendo las habitaciones, mientras la caraja de bienes raices hablaba mas que loro perdido, el compadre estaba detras de mi y le sentia la respiracion casi en la nuca, eso me excito y lo que hice fue hacer el truco de la mano muerta sobre su pantalon (por si acaso decia algo, simplemente me disculpaba) y el no dijo nada pero se estaba erectando, mi pareja estaba escuchando con atencion la sarta de guevonadas que decia la tipa que no nos paro bolas a nosotros, cuando estabamos saliendo de la habitacion mi pareja y la cacatua salieron primero y entonces el compadre me agarro por la cintura y me pego contra su bulto, hizo como un movimiento circular bien rico contra mis nalgas exhalo un su respiracion sobre mi nuca me miro como si hubiese quebrado un jarron valioso y entonces salimos, se podran imaginar como me puse.


Yo me quede gago y el estaba rojo como un camaron de los nervios, recuerdo que el no hallaba como acomodarse la corbata. Cuando mi pareja me pregunta que tal me parece yo resumi diciendo: ejeh..si, si eta.. stta chevere.


Esa noche folle con mi pareja como nunca, estaba super excitado. Al dia siguiente, decidi llamar al compadre y preguntarle que vaina fue esa lo que hizo (estupida excusa). Me dijo que si podiamos hablar en persona no me dijo nada por telefono, le dije ok. Como a las 5 de la tarde nos estabamos tomando un trago en el Friday's del Tolon y me pidio disculpas, que por favor no le dijera nada mi pareja. Le dije que no se preocupara que no diria nada y yo pensando si esto seria algun truco, alguna concha de mango por parte de mi pareja. Bueno me arriesgue y le dije: -Hay un rollo que a mi me gusto lo que me hiciste, a mi me gustas desde hace tiempo y se que yo te gusto tambien, somos adultos no porque no nos lanzamos vale?


El respondio pero sin escandalo que si yo estaba loco, que el no estaba en eso, que lo que hizo fue un impulso que por favor que no me equivocara que el entiende que su compadre amigo le gusta eso pero que el no. O sea todo un psicorrollo. Yo pense mierda LA REGUE!.


Bueno acto seguido me tenia que ir a casa y se ofrecio a darme la cola, no medie palabra alguna, total que veo que el esta tomando otro camino y le pregunto para donde vas? y me dijo: -Sabes que te voy a cojer, quiero cojerme ese culo, pero por favor no digas nada quiero saber si tu culito esta tan rico como se ve. Yo me quede calladito pense y dije ok, pense ok, quedate calladito que calladito te ves mas bonito.


Chamo cuando llegamos al hotel tanto el como yo estabamos temblando, porque desde hace muchisimo tiempo teniamos esta fantasia, este deseo tacito; cuando nos veiamos en la playa o cuando ibamos a tomar juntos, en las fiestas y al fin se daria la vaina realidad!! yo estaba como gelatina de lo excitado.


El hombre me agarro por los brazos y me beso el cuello y yo oliendo su colonia comenze con afan a desabotonarle la camisa, le di una tocada por encima del pantalon y lo que senti prometia. el se bajo el cierre y yo tambien. Dios que polla taaan rica, circumciso, morenito con rosadito, sus vellos, sus testiculos perfectos. Me veia el culo, me mordia las nalgas me lamio el huequito.


El guevo lo tenia a millon y lubricando full, cuando voy a mamarlo casi el no se aguantaba, estaba tan excitado que cada vez le daba una mamadita me detenia por que estaba muy a punto, me decia me vas hacer acabar, le bese el cuello y el pecho, le dije no importa acaba rico que despues tu te recuperas.


El se sento en un sillon que alli habia, me agache y le di un par de chupadas cuando el dice que no puede mas y se saca el guevo para acabar pajeandose pero yo se lo quito y me lo vuelvo a meter en la boca, par de chupadas mas y lo que senti fue ese torrente de leche y las contracciones intensas de su pene, mi primera idea fue no tragar pero cuando le veo la cara de sastifaccion que tenia el y todo el asunto, el morbo, la adrenalina decidi saborearla y tragarla.

El quedo como en knockout, yo me levante y comence a besarle la pelvis, el pecho, los brazos y las piernas. Así que le volví a dar una buena chupada...


Rato despues me dijo que lo morboseara, me le puse enfrente con el culo levantado yo en el piso. El hombre se puso como toro yo decidi cerrar los ojos a ver que pasaba, lo que siento despues es sus piernas velludas rozando las mias y su pene tratando de entrar en mi ano. Aun con los ojos cerrados y solo sintiendo, el hombre ya estaba dentro, cojiendome como un perro. Abro los ojos y con el espejo al frente veo ese varon dandome rico. En eso me pajeo y acabo rato despues el eyacula dentro de mi. Cabe mencionar que mientras me follaba me decía al oido "Que rico culit0 tienes, lo tienes más apretadito que mi mujer, me está sacando mucha leche..."


Despues de eso, para resumir la cosa hablamos del asunto, el me dijo que el no es gay que es una debilidad que el tiene y me dijo que dejaramos eso asi y blah blah en secreto... Dias despues me llama y me pregunta que si estaba apurado despues del trabajo, le dije que bueno lo normal irme a mi casa con mi pareja. El me dice que si le gustaria hacer el amor con el, el morbo me invadio de nuevo le dije que ok. Total que me fue a buscar y asi pasamos casi tres horas en el hotel... bueno asi comenzo la vaina, hoy dia despues de 11 meses ya tiene confianza conmigo y cuadramos encuentros riquisimos, bien en cierto modo que el es enrollado, asi creo que no me causara problemas.


Mi pareja muy por debajito cuando hacemos reuniones en la casa me dice que le consiga a un gay pasivo pero serio para que la pase bien con el y yo de pana llevo amigos para que lo conozcan pero el carajo es tan hermetico, que el jode, conversa pero cuando le quieren meter mano al compadre este se los sacude, pero basta y sobra que yo me lo encuentre solito en algun pasillo, es alli cuando me mete mano y me dice vulgaridades...


Mis amigos me dicen que el esta buenisimo y estan locos por que el los coja ellos estan como decimos en criollo como "Perras malucas" detras de el , no hayan que hacer para que el los coja, pero el tipo no da prenda.



.... bueno asi comenzo la guachafita...

sábado, 7 de octubre de 2023

Mi aventura gay con mi compadre maduro.

 

Parte 1


Yo se que estoy jugando con fuego porque amo a mi pareja integramente, pero lo del compadre es sexo sabroso, sin tabues. Con mi pareja yo tengo sexo expectacular pero me encanta el compadre tambien debe ser por lo prohibido del asunto, del temor que nos descubran o lo fortuito del asunto, no se. No me considero puto, porque no soy promiscuo quiza un poco sinverguenza. Pero es que como hago ejercicio mi cuerpo se tiene marcado y mis nalgas todo el tiempo están paradas ya que las trabajo mucho. 

Tu me preguntas que si corro el riesgo de perder a mi pareja si se entera que el compadre me monta, yo pienso que si ya que mi pareja no es un gay convencional, el es un gay que no parece gay y es por eso que me encanta tanto. Mi pareja parece tan hetero que si tu lo ves por la calle dirias que minimo tiene 4 mujeres y 10 chamos, algo asi. Nosotros fuimos testigos de su boda con su ex y el a su vez de nosotros. 


El no esta con mariqueras, no le gusta nada tipico de los gays como las discos, madonna, las telenovelas, el miss, nada de eso. Lo de el son los deportes, las herramientas, ir con los panas del trabajo a tomarse unos whiskies, etc. Por lo tanto para el saber que otro hombre me coje seria el fin de la relacion porque el es un gay como machista y no porque me trate mal ni mucho menos, de hecho entiende como es el mundo gay y cuando mis amigos me visitan, jodemos, criticamos, vemos novelas el se vacila la vaina y entiende pero no es algo que le entretenga a el hacer. El es del closet en el sentido que solo poquitas personas saben que nosotros somos pareja, de resto para el mundo somos amigos o lo que la gente le de la gana de entender, el no da explicaciones ni nada. El es muy serio y muy cabal en todo, una persona muy responsable por lo tanto jamas concebiria que su pareja este con otro varon que no fuera el.


El compadre si ha estado con otros chamos pero muy muy muy rara vez, el es un hombre que a su edad (tiene 45 años) tienes aun inseguridades en su sexualidad, a el le encanta y lo vuelve loco un jovencito o  un gay con fisico trabajado  pero se reprime mucho y eso que el llama la atencion por su fisico musculoso para su edad y ojazos almendrados y pudiera tener una fila de carajitos dispuestos y que se lo pudiera quitar a sombrerazos, pero el tiene dos chamos y un divorcio, el dice que jamas podria vivir con un gay como pareja, el dice que tiene a sus hijos a quien darle la cara y que lo de el con los chamos es solo vagabunderia... Dice el. Además tiene un portento de polla de 24 cm.  


Mi pareja desde hace mucho tiempo sabe que el es bisexual o que le gusta la vaina, el desde hace mucho tiempo lo veia como volteaba discretamente la mirada cuando pasaba algun chamo por la calle o en algun encuentro, el me conto que hace mucho tiempo en el urinario de un club de playa el entro y a traves del espejo el vio como le agarraba las nalgas a un chavo y el chavo le estaba acariciando por debajo del traje de ba{o, el entro haciendo ruido y se hicieron los locos y el compadre salio nervioso y con el pene parado, otra oportunidad saliendo de un restaurante en el CCCT mi pareja estaba manejando y el compadre prendido y rascado de bolas le dijo a un jovencito que estaba en la avenida la estancia que tenia tremendo culote que si quería mamar pollas, menos mal que estaba con mi pareja solamente... mi pareja se hizo el sordo, estas entre otras pocas historias. Total que formalizando la relación conmigo mi pareja le conto lo nuestro y al principio el no quiso abrirse pero después a los meses acepto no que era bisexual sino que le gustaba la aventura liberal, o sea que le gusta como dice el es la curiosidad.


Todo esto inició cuando mi compadre me descubrió viendo sexo gay hardcore y desde allí empezó a insinuarse ya que siempre me acosaba en las reuniones, me abrazaba por las espaldas y me untaba su pene erecto en las nalgas aunque estaban presentes mi pareja y sus hijos de él, pero siempre con disimulo por ello lo hacía con discreción y descaro al mismo tiempo. 


Un día mi pareja se tuvo que ir a trabajar por 4 días a una ciudad lejana y me quedé sólo, en ese día que según me iba a relajar estando solo y acababa de bañarme, cuando escuché que llamaban insistentemente con el timbre de la casa, así que pensé que era mi esposo que regresó por algo y solo tomé una bata y me la puse para ir a abrir la puerta rápidamente. 


Y resultó que era mi compadre que iba a entregar un encargo de mi marido un dia antes pero no pudo así que tuvo que ir a esa hora, grande fue su sorpresa de él y la mía al estar en esa posición. 

- Y tu esposo compadre? preguntó con voz misteriosa

- No pues no está, salió de viaje y tardará 4 días

- ¿4 días? No pues ya estuvo que no lo alcancé...


Enseguida pasó a mi casa y dejó la caja que llevaba, me iba a despedir de él cuando me abrazó fuertemente por la cintura y empezó a insinuarse peor. Me empezó a acariciar y me decía que me deseaba, que quería sentir mi hermoso culit0, que quería acariciar toooodo mi cuerpo...

Entonces empezó no sólo a manosearme sino también a besarme en el cuello para calentarme igual, enseguida me acomodó en el sofá donde me estuvo acariciando y me empezó a besar mis pezones, cuello y boca. 



Cuando vio que no opuse resistencia, me dijo que fuéramos al cuarto. Entonces accedí y mi compadre me cargo rumbo a mi dormitorio así que cuando llegamos el me puso de boca abajo y me quito la bata que llevaba. Enseguida me dijo que me pusiera de cuatro patas para ver mi hermoso culit0 que tanto deseaba. Por lo que procedió a darme una buena lengüetada como sólo él sabe hacerlo a un pasivo.

Desde ese momento terminé dominado por él, empecé a relajarme y dejarme que él tomará el control para hacer conmigo y con mi culit0, a partir de allí se empezó a bajar el pantalón dejando ver su enorme miembro parado y el rostro de él deseando poseerme, así que empecé a chuparle esa enorme polla y ver la cara de satisfacción que estaba poniendo con la rica chupada que le estaba dando. El sólo gemía de placer con cada chupada que le daba a su polla entera por eso seguí haciéndolo con mucho sentimiento para hacer que gozará, yo seguía en cuatro pero ahora chupando su miembro, mientras él empezó  a estimular mi culito primero con un dedo y luego con dos dedos lubricados, sus dedos se movían con maestría para seguir estimulando mi rico an0.


Una vez que sentí que lo tenía muy parado, decidí voltearme y mostrarle mi culit0, entonces dijo: Ahora sí, ese rico culit0 va a ser mio!!!!!!!!

En ese momento sentí como su polla estaba entrando en mi culit0, entraba de forma suavecita y estaba abriéndome por dentro, hasta que entró en su totalidad los 24 cm que tenía de su polla, yo emití un largo gemido al sentirla toda adentro. Entonces mi compadre empezó a bombear primero suavecito y luego poco a poco la intensidad fue subiendo. Hasta que nos acoplamos y sus caderas empezaron a chocar con mis nalgas haciendo que sonaran como unas palmadas fuertes cada vez que me penetraba. 


Así estuvimos hasta que el me cambio de posición, me puso frente a él me levantó sus piernas y las puso en sus hombros, hasta que sus penetradas se sentían cada vez más ricas una y otra vez. Hasta que sentí que su polla se estaba hinchando y grito un largo gemido mientras mi culit0 se llenaba de su leche caliente y espesa además de que siguió moviéndose para batirme por dentro, ya que me dejó mucha leche por dentro. 


Así terminó nuestro primer día, el resto de los días se los contaré mas adelante. 

Una noche con amante mulato

 



Mido, 171 cm. peso 67 kilos, pelo negro largo rizado, labios gruesos y culito prieto, iba vestido con una camisa blanca a rayas muy finas celestes y un pantalón gris claro holgado aunque a estilo de vaqueros, pero lo mejor era mi interior, para mi unas braguitas, celestes, lastima que no podía llevar el sujetador a juego pues cantaría mucho. 


Cuando entré en el pub sobre las una de la mañana ya, estaba semi vacio, cerca de mi apartamento, allí estaba él sentado a la barra, solo, cerca hay un pequeño hotel que suele estar lleno de gente de paso, él era uno de ellos, siempre he tenido ese sueño aunque realmente no lo he buscado con ahinco por internet, cuando lo vi bajo el foco en el techo de la barra, a su vez se cruzó con mi mirada, yo me senté en una mesa, pero pronto me di cuenta que él no dejaba de mirar disimuladamente, pronto me di cuenta que él iba buscando algo, me fue entrando una "calentura" cada vez mas, yo a veces lo miraba para que él siguiera el mismo juego y si lo iba siguiendo, así estuve sentado unos 15 minutos, hasta que me fui al servició, son servicios de dos urinarios y dos wateres.

Como temblé al ver que él tambien fue hacia allí tras de mi, nervioso me puse a orinar en uno de los urinarios él entró se puso al lado a orinar pero mirandome, tengo un pene pequeño, madre cuando sacó aquella manguera, negra mezclado con rojizo, aun sin estar en plena fuerza y ya era muy gorda y larga, nunca habia visto nada igual, él simplemente orinaba me miraba volvía a lo suyo y yo me decidí, me desabroché el pantalón lo justo para que él me viera las bragas yo habia terminado de orinar hacia como el que me arreglaba el pantalón pero realmente le enseñe toda mi braga por otras por mi culo, sentí en un instante su mano, carnosa apretando, al instante me arreglé ya todo estaba claro pensé y habia acertado, que "cachonda" iba cuando salí del baño solo, él fue de nuevo la barra, cogió su copa y se sentó a mi lado presentandose, yo también a él, me dijo que estaba de paso por trabajo en el hotel cercano, pronto fue al grano preguntándome, le dije que era travestís a solas, le puso aún mas pues me dijo era hetero casado. 


Salimos del pub pero a mi apartamento primero no queria me vieran en un hotel tan cercano dos no admitirian compañias lo mas probable o habria que dar explicaciones, además de tener que ir yo a mi apartamento a por ropa, llegamos, a mi apartamento, antes de llegar ni me tocó, pero ya dentro todo cambió, esta impaciente, le dije que debía esperar un poco si queria ver mi "transformación", aunque yo tenía miedo interiormente por el tamaño de su rabo, me fuí al baño, dejandolo con una cerveza en la cocina y al fin salí, con un vestido rojo muy ajustado, medias bragas y un corsé, majillada de ojos y labios nada mas, él en el saloncito ahora al verme me devoró con los ojos pocas veces habia visto una mirada así, me agarró y me besó en toda la boca una lengua carnosisima, sentí unos brazos muy fuertes y sobretodo un rabo, pegandose a mi bajo vientre, que parecia no tener fin, me cogió y me puso a 4 patas apoyada mi pecho sobre el sofá, sin yo saber que esperar y me derretí, en un instante, me levantó el vestido, me lamió mi culito, terminé cachondisima, loca intentando cogerle el rabo pero él apenas me dejaba, parecia quererme tener así bien cachonda, así me tuvo, me quitó el vestido, me dejé colocarme entre sus piernas a su vez él ya solo en boxer, con una trompa marcada acojonante, no lo esperaba, PLAM me plantó el primer azote, fuerte grité giré la cabeza, pero de pronto me vi cogida por mi melena haciendome volver la cabeza al sofá como recibí un nuevo y mas fuerte azote, grité de nuevo pero a la vez tras gritar, empecé a tener la sensación de placer de que empezaba a gustarme y así fue, me azotó, si, lo que se le antojó y yo lo disfrutaba, ese placer por primera vez, me lubricó, me azotaba volvia a lubricar mi ano cada vez con mas dedos en mi interior, me habría si y ni me daba cuenta, simplemente lo deseaba, respiraba agitadisima fuera de si, estaba buscando sus dedos, como una perra en celo, me ardía mis nalgas y me gustaba sentirlas asi y saber que habia sido él y yo no podia hacer nada, me daba igual lo que me hiciera, estaba cachondisima ya a esas alturas y aun me gustaba mas pues él mantenia totalmente el control sobre todo. Se levantó al fin y se bajó el boxer, impresionante tanto de largo como de gorda aquella verga, al cogerla mi mano sentí su enorme peso, me encantó, al fin la tenía para mi ..manos para mi boca, me esforzaba en abrir bien mi boca para tenla dentro, que rica, se sentó como un emperador en uno de los dos grandes sillones que tengo y me la dejó comer, un buen rato, él quieto pero dominador, a su vez, mi mano aferrada a su verga la parte que no cubria mi boca, que era mucho mas de la que tenia dentro, me la quitó y empezó a lubricarse desde abajo a arriba quitandome la boca de su polla vi como se lubricaba me dijo me levantara, me dijo la mejor manera era me la metiera yo, lo usé ahora yo como si él fuera el sillón, que artista, no se movia, me dejaba trabajar su verga di grititos me la sacaba volvia a probar hasta que al fin, me fue entrando, yo gemia como una perra me la saqué un par de veces volvi a meterla hasta que él ya si me la metió toda, finalmente grité, ese instante él paro me tenia pegada hasta sus huevos, así quedé quieta y él tambien pegada a él, gimiendo sin parar, hast que empecé a moverme lentamente y muy poco, me masturbé y corri con mi pijito sin estar en erección, pequeño asi me corrí cerré mi esfinteres y gritaba de gusto con aquella verga metida, hasta que quedé quieto reventada, él me sacó de su polla, empezó a pasarmela por la cara yo de nuevo de rodillas a espabilarme y de nuevo me la metio esta vez si me montó en toda regla moviendose con lentitud y a mi gusto tambien pues me hizo pronto gemir como una perra, esta vez él se corrió y dentro, yo tambien tras de él, estaba toda abierta semejante verga y me entrba y salia ya con muchisima facilidad. Bebimos otra cerveza nos duchamos me dió una lluvia dorada, le comi la verga pero sin llegar a mas, salimos me dijo me pusiera unas bragas, en mi dormitorio y alli volvio a follarme esta vez tranquilamente, cambiandome de posturas dandome mis azotes, lo mismo estaba arriba que abajo de él, lo mismo a 4 patas que encima de espaldas jadeando y deseando tener esa verga dentro sin correrme si pero disfrutandolo como una perra de gusto que me daba, hasta que descargo en toda mi boca, tras mas de una hora follandome, me volvi a correr detras de él, metiendome su polla sentandome encima y masturbandome en nada estaba gritando corriendome y él dandome ademas algun azote a su vez, era ya mas de las cinco y media de la mañana cuando se fue al hotel intercambiamos telefono por si él volvia por aquí, dormí como un lirón en mi vida habia dormido como dormi pensando en que habia sido pero bien follada de verdad, al otro dia aun lo eché mas de menos, pensaba cualquier momento y me ponia cachondisima, igual que ahora, vaya pedazo de amante.



viernes, 6 de octubre de 2023

Mi cambio de hombre a mujer

 




Después de que Hugo me cogio en la fiesta, se volvió una celebridad en la escuela, porque a los logros que ya tenía, de ser uno de los mejores estudiantes y deportistas de la secundaria, sumaba otro, que era el de ser el primero en tener relaciones sexuales, porque era el único que se cogia a su novia.


La semana siguiente a la fiesta no fui a la escuela porque sentía que me iban a hacer burla o molestar tanto mis compañeros de salón como los de Hugo, precisamente por haberme visto vestida como mujer y también por haberme dejado coger por mi novio. Solamente fui a la cafetería donde trabajaba. Y al no haber ido a la escuela, Hugo se preocupó y me llamó por teléfono el jueves. Yo le dije que ya no iría. Entonces, el viernes por la mañana en compañía de varios niños y niñas de su salón y del mío, dirigidos por la trabajadora social, la coordinadora de profesores, la psicóloga y la subdirectora, fueron a mi casa.


No había nadie, solo estaba yo, y vestida de mujer. Hugo me pidió entrar y cuando abrí la puerta, vi a todos los que iban con él. Hugo de inmediato me abrazó y me besó y me dijo que todos estaban preocupados por mi. El personal del plantel me dijo que era buena estudiante, que no dejara el colegio, que lo importante era mi preparación y que verían como se arreglaba lo de ser niño o niña. Y me pidieron hablar con mis papás, a lo que les dije que mi papá tenía muchos años de que no sabíamos de él y mi mamá había salido con su novio. Así que la esperaron un rato. Por  su parte, los alumnos que fueron me dijeron que sabían que era una mujer, que fuera. Al poco tiempo llego mi mamá con su novio y al ver todo eso y platicar con la gente de la escuela, solamente dijo que ya sabía que yo era una niña, porque tenía 5 hermanas. Así que quedamos en que iría a la escuela desde el lunes pero vestida de mujer. Ese día ya no fui a la cafetería, fuimos todos a un parque, y luego me quede sola con mi novio.


El sábado me presenté a la cafetería y Alfonso me regañó por no haber ido el viernes. Y me llevo a su casa, me dijo “por no haberte presentado ayer, usarás más corto el vestido, que apenas te cubra las nalgas para que todos te vean y ahora si te sentaras con quien te diga”, me dio el vestuario, era un vestido negro muy corto y entallado, un poco abierto de atrás, tacones muy altos, medias negras, brasier con relleno más grande, y joyería, me tomó unas fotos y puso unas en el cuarto donde tenía los retratos de mujeres en lencería y también sin ropa. Y añadió “cuando ya no tengas pene y tengas chichis grandes tu foto también estará aquí”. Y me dijo, “antes de irnos te voy a coger porque vestida así te me antojas mucho porque te ves muy buena, como la puta que eres, estás mas buena y sabrosa que tu hermana”. Y empezó a besarme y acariciararme las piernas y las nalgas, luego me puso de rodillas y sacó su enorme verga, yo la mame muchas veces y el me la empujaba al grado de que me llegará a la garganta y sentía que me asfixiaba. Me decía “mamala bien p*tita mamala p*ta”. Luego me puso en posición de perra y empezó a meterme su verga una y otra y otra vez. Luego me volteo y se subió arriba de mi, poniendo mis piernas sobre sus hombros y volvió a empujar varias veces, hasta que sentí su líquido caliente, y estando asi me dijo “coges mejor que tú hermana putita coges mucho mejor, vente chorreando mi lechita”. Luego se levantó y me dijo “vámonos muñeca”. Y me llevó agarrándome las nalgas hasta la cafetería.


En la cafetería me senté en el mostrador como siempre lo hacía y allí estuve un rato, mientras Alfonso checaba si los clientes estaban bien atendidos y a ratos iba conmigo. Luego me llevo a una mesa donde se encontraba un señor que tenía poco tiempo de haber llegado, me presentó con él y le dijo, “ella es la persona que te dije que queríamos que la sometieras a un tratamiento de cambio de sexo. Te la dejo un momento”.


Al quedarme a solas con el me dijo “así que quieres convertirte en mujer” respondiéndole que si. Luego me pregunto si era pareja de Alfonso, y le respondí que solo era un amigo, le hablé de Hugo. Luego me dijo que era médico y que podía ayudarme si es que estaba segura, que me veía muy joven. Me dio su tarjeta, me pidió que me hiciera unos estudios médicos. Luego me dijo que me veía cansada y se ofreció a llevarme a mi casa y le respondí que si. Le dijo a Alfonso que me iba a llevar a mi casa y nos despedimos.


El lunes siguiente fui a la escuela vestida de niña, todos me aceptaron, en mi casa mi familia me miro con normalidad vistiendo como mujer. Y por la tarde fui a buscar al médico, y ya estando con él le encargo a una enfermera que me llevara a determinados lugares de allí para hacerme los estudios. Y una semana más tarde ya estaba iniciando mi tratamiento de feminización. Y muy contenta le dije a Hugo que me convertiría en una mujer de verdad, en su mujer.


Pasaron las semanas y los meses y nuestra vida siguió su curso, yo haciendo vida de mujer, sometida a mi tratamiento, y experimentando cambios físicos y emocionales, como redistribucion de la grasa, disminución del bello, crecimiento del cabello, dolor en mis pezones y agrandamiento de mis senos, cambios repentinos de humor, disminución de masa muscular y de fuerza, etc., siendo aceptada por todos, esto es, mi familia, mis vecinos, mis compañeros y profesores, etc., mi relación con Hugo se fortalecía, al grado que ya me llevaba a su casa y en cierta ocasión me presentó a su mamá. Luego por cuestiones del trabajo de su papá tuvieron que irse un tiempo a otra ciudad, pero Hugo y yo nos llamábamos diario y quedamos en que nos veríamos en vacaciones. Y Alfonso me seguía cogiendo y como ya no tenía pene y mis senos estaban ya grandes, de 500 cm, entonces me retrato y puso fotos mías, en su casa, tanto en lencería como desnuda. 

domingo, 1 de octubre de 2023

De hombre simplon a hembrón de fantasía (tercera parte)

 




En el capitulo anterior, José, ahora convertido en Josefina gracias a un brazalete mágico, comenzó a rehacer su vida, pero no contaba con que sus nuevos instintos le hicieran caer rendida a sus más profundos deseos. 

 

De verdad parecía una pesadilla, no podía controlar mis instintos. Yo solita me fui a meter al departamento del negro Jean. Ahora estaba bailando al ritmo de sus canciones que tanto odiaba en el pasado. 

 

- Perrea mami, baila esas nalgas blancas. - me decía Jean mientras movía mi culo contra su bulto. Sus manos me tenían las tetas todas manoseadas. 

 

- Hmm, así perrita. - soltó mis tetas para poner sus manos en mi cintura. Me hacía dar movimientos más bruscos de arriba a abajo. Sentía su bóxer húmedo contra mis nalgas. 

 

Comenzó a sonar otra canción, al parecer él no pretendía apagar su música. 

 

- "Cuando se desplaza es una locura, provoca calentura y 

Cuando su cintura hace una ruptura su cuerpo se estimula"- 

 

- Jaja, te hacías la interesante y mírate ahora. Bailando como una cualquiera. - me hacía sentir tan humillada, ese tipo tan violento y que tanto despreciaba me estaba excitando. 

 

Yo ya me estaba empinando para él, sacaba mis nalgas totalmente para que pudiera rozarme la verga a placer. 

 

- "Quiébralo, rómpelo y aplástalo, bátelo 

Qui… quiébralo, rómpelo y aplástalo, bátelo (rómpelo)" - 

 

Entonces me agarró más fuerte. Comenzamos a bajar juntos, flectando las rodillas hasta casi tocar el suelo. Como hombre nunca lo hice y ahora como mujer estaba perreando en menos de una semana. 

 

- Menos mal se fue el llorón de al lado y llegó un hembrón tan rico. - decía Jean sin darse cuenta de que éramos la misma persona. Me hacía sentir furia que me tratara como llorón sólo por pedirle que bajara un poco la música. 

 

Sin embargo, no podía dejar de bailar, mi cuerpo se rendía ante él. 

 

La canción era repetitiva. No tenía gran contenido, pero nos servía para darnos el ritmo y seguir bailando. Sentía mi tanguita ya muy empapada. Sus constantes manoseos y el roce con su bulto me tenían en llamas. 

 

Cuando acabó la canción me hizo voltear, me agarró del culo y me apegó a él. Pude sentir mis tetas aplastándose contra sus poderosos músculos. 

 

Intentó acercar su boca a la mía y me negué. Se comenzó a reír de mí ya que estaba dispuesta a coger, pero no a darle un beso. 

 

- Jaja ya me vas a entregar esos labios después de que te deje esa conchita aplaudiendo de placer. - nuevamente me hizo ruborizar, no entendía como podía estar excitándome con ese animal. 

 

Me levantó desde las nalgas. Tuve que abrir mis piernas, ya que me elevo en el aire. Con algo de miedo me colgué de su cuello cruzando mis manos detrás de su nuca. 

 

Me hacía sentir débil, inferior. Pero inferior en el aspecto de que yo como hombre nunca fui capaz de tener tanta fuerza. Me tenía sujeta como si me tratase de una pluma. 

 

- "Arrebatao' dando vuelta' en la jeepeta (dando vuelta' en la jeepeta) 

Al lao' mío tengo una rubia 

Que tiene grande las teta' (grande las teta') 

Quiere que yo se lo meta (yeah, yeah)" 

 

Pareciese que hubiese escogido esas canciones especialmente para mí. No podía creer que sólo oír eso me mantuviera caliente. 

 

- Me vas a entregar todo esto. Será mío una y otra vez. - decía sin dejar de manosear mi culo. 

 

Me mantuvo en el aire algunos minutos, dejando mis nalgas bien usadas por sus manos. Yo suspiraba excitada. Él me hacía mover al ritmo de la música, mis pezones estaban duros contra su pecho. 

 

Finalmente, cuando la canción acabó, me bajó y mis tacones volvieron a tocar el piso. Soltó mis nalgas y me dejo ahí, para sentarse sobre su cama y buscar un nuevo tema en su teléfono. 

 

Me quedé quieta, al fin tuve un momento de lucidez. Todo eso era horrible, si me quedaba ahí perdería por completo mi masculinidad. Debía irme cuanto antes. 

 

- ¡Eh, rubia! - me interrumpió y me quedé asombrada. Mis ojos se abrieron como platos. 

 

El negro estaba completamente desnudo, su verga parecía un monumento, la tenía muy dura y larga. Eran como 23 centímetros. Tenía una densa capa de vello rizada en las bolas y pelvis. 

 

-"Ella es una bebé eh 

Una bebe leche 

Se menea como loca 

Pa' que yo se la eche"- 

 

Sonaba la canción de fondo. Jean la puso exclusivamente para avergonzarme. A su vez me llamaba haciendo gestos con un dedo. Iba a caminar hacia él, pero me detuvo con la mano y me indicó el piso. Lo entendí todo. 

 

Mis pensamientos de abandonar el lugar desaparecieron. Mi vista y todos mis sentidos se centraron en su verga. Caí de rodillas al suelo, luego apoyé mis manos y comencé a gatear hacia él. 

 

Estaba gateando, arrastrándome como una perra para mi vecino más odiado. Cada vez me quedaba menos orgullo. 

 

Jean meneaba su verga y me invitaba a ir a chupársela. Como decía la canción, me quería hacer beber leche. 

 

- Ven putita, ven a comer. Se nota que te hace falta un hombre que te ponga en tu lugar. 

 

Llegue hasta él y levante la mirada. Su pene era mucho más grande que mi cabeza. Era un coloso que inspiraba mucho respeto. 

 

Hipnotizada llevé mis manos a él y la agarré. 

 

- Esto es lo que querías desde ayer, se te hacía agua a la boca. - dijo orgulloso de su enorme herramienta. 

 

Con algo de timidez acerque mi lengua. La comencé a pasar desde la base, pasando por el tronco hasta llegar al glande. Era la tercera vez que estaba arrodillada ante un hombre. 

 

- "Me encanta, ah 

Le echo más de cinco 

Y me aguanta 

Ella es mi planta, ah" - 




 

Era enorme, mi lengua tenía mucho por recorrer. Él llevó su mano a mi cabeza y me acariciaba suavemente mientras yo movía mi lengua por cada rincón de su verga 

 

-"Me pide leche 

Y en la boca se la doy 

Pero no te apeches 

Que tú no sabes quién yo soy"- 

 

Mantuve mis manitos en la base de su pene y concentré mis esfuerzos en pasar la lengua alrededor de su glande. Le dejé la cabeza bien limpia. 

 

- Hmm desde que te conocí sabía que acabaría así, rubia. - me dijo y me hizo excitar más. Le di un beso en el glande. 

 

- Así... llénalo de besos, agradécele la culeada que te va a dar. - me calentaba cada una de sus palabras, sabía que ese negro me cogería sí o sí esa noche. 

 

Le di más besos, imaginando como me haría estallar de placer más adelante. Mis labios se llenaban de preseminal y ese intenso sabor. 

 

Con mis manos lo masturbé de manera suave, mientras abrí mi boca para meter ese enorme glande dentro de mí. 

 

- "Me encanta, ah 

Le echo más de cinco 

Y me aguanta 

Ella es mi planta, ah" 

 

La canción me animaba y seguía su ritmo para succionar ese glande tan gordo. Podía ver la expresión de placer del negro. Lo pajeaba mientras se la chupaba. 

 

La saqué un rato, con la lengua afuera comencé a azotarla yo misma contra mi rostro. Me daba golpecitos en la lengua. Él moría de placer. 

 

- Estas enamorada de la verga, rubia. Te estás ganando una buena metida más rato. - él estaba encantado por la excelente atención que le proporcionaba a su pene. 

 

Con su mano jaló de mi cabello y me alejó de su pene. 

 

- Anda rubia, has estado muy calladita. Dime lo que quieres. - me dijo riendo, yo estaba aún con la lengua afuera. La metí para hablar. 

 

- Quiero tu pene, es muy grande... me gusta mucho. - confesé tartamudeando, con el rostro muy rojo por la vergüenza que me provocaba decir esas palabras. 

 

Se comenzó a reír y soltó mi cabello. Pude volver a acercar mi rostro a su verga para chuparle la cabezota. 

 

Me costaba meterla, era muy grande. Mis labios se ajustaban al tronco de su pene, nunca creí que existieran miembros así fuera del mundo del porno. 

 

- Así rubia, se nota que tienes experiencia chupando vergas. - decía encantado. La realidad es que yo sabía los puntos débiles de un pene porque en el pasado tuve uno. 

 

Deje de masturbarlo para llevar mis manos a sus grandes, colgantes y peludos huevos. Se los comencé a acariciar mientras seguía succionando su miembro. 

Estaba dando todo de mí, por alguna razón deseaba satisfacer a ese hombre. Él me miraba encantado, me acariciaba la cabeza, como cuando recompensas a una mascota por hacer bien su trabajo. 

 

- Hmm rubia mamona, me quieres sacar toda la leche de los huevos. - me decía mientras yo continuaba mi faena. 

 

La lamía, besaba, chupaba. Usaba todo mi repertorio en contra de esa poderosa verga. Pero me faltaba usar mi arma más poderosa. 

 

Agarré mis pechos y comprimí su pene con ellos. Me sorprendió ver que su pene se asomaba de igual forma. No desaparecía como con Julián y Ernesto. 

 

- Hmm que rico hot dog estás haciendo. - dijo riendo, viendo su pene asomado entre mis tetas. 

 

Comencé a mover las tetas rítmicamente de arriba a abajo. Ya no me concentraba en la letra de las canciones, sólo en el ritmo para continuar satisfaciendo a mi negro. 

 

Tenía una resistencia increíble, me quedé moviendo las tetas de arriba a abajo durante 10 minutos y él no aparentaba signos de tener su orgasmo. Me agarro de la cabeza y acerco mi boca a su miembro. Entonces le lamia el glande mientras le hacía la turca. 

 

- Así rubia, sí lo haces así te daré la leche. - me dijo riendo, yo abrí mi boca y comencé a chuparla cada vez que se asomaba. 

 

Moví mis pechos con rapidez, luego de minutos la sentí palpitar. 

 

Me detuvo tirándome del pelo, lo quedé mirando con sumisión. 

 

- ¡Abre grande! - no me dio tiempo a reaccionar. Empujo su verga contra mis labios y me metió casi la mitad. Su pene comenzó a disparar semen dentro de mi boca. 

 

La sentí salada y agria, me estaba bebiendo el semen de mi abusador vecino. 

 

- ¡Rubia traga leche! - dijo vaciando todo su fluido. Me la sacó y su semen quedó haciendo un hilo desde su verga a mi boca. 

 

- Golosita... mira cómo me tienes. - su pene seguía duro, como si no hubiese pasado nada. 

 

- Te lo voy a meter. - finalmente dijo esas palabras y mi mente se volvió un revoltijo de emociones. De puros nervios me tragué su espesa esperma. 

 

Sentía culpa y excitación, no sabía que sería de mi después de tener sexo con un hombre ¿y si me gustaba más que tener sexo con una mujer? ¿Me volveré gay? 

 

Esas dudas inundaban mis pensamientos, pero la calentura de mi vagina era superior, se fue imponiendo y el deseo gano terreno. 

 

- Debes usar condón... - susurré mientras le veía con mucha vergüenza. El asintió. Ya eliminando el riesgo de embarazo, no habría nada malo en tener sexo. O al menos me convencía a mí misma de eso. 

 

- Anda poniéndote en 4 mientras me arreglo la verga. - me ordenó mientras se alejaba para ir a escarbar en un cajón, en busca de preservativos. 

 

Me puse de pie y luego me acerqué a la cama. Me apoyé de rodillas y manos sobre ella. Nunca en mi vida sentí tantos nervios, me temblaba todo el cuerpo. Al estar empinada mi tanguita se me incrustada aún más entre las nalgas. 

 

Respiraba agitada, no podía creer lo que estaba haciendo. Estaba a 4 patas en el borde de la cama, esperando por mi negro y bruto vecino para que me hiciera suya. 

 

Escuche como abría el condón y se lo colocaba, por otra parte, mi vagina ya ardía de tanto deseo. 

 

Escuche las pesadas pisadas del negro, caminaba hacia mí. Dentro de poco llegaría hasta mí, me haría suya. Me la iba a meter, me iba a poseer, me iba a volver su hembrita. 

 

Todas esas ideas pasaban por mi mente en cada paso que daba en mi dirección. No pude evitar voltear la cabeza y mirar sobre mi hombro. 

 

Ahí venía mi vecino, sus músculos brillaban y su pene lucía más imponente que nunca. Venia toda gorda, con una leve curvatura hacia arriba. Ya con condón puesto, Jean estaba preparado para ensartar me en su verga. 

 

Instintivamente agache mi cabeza y la pegue a la cama, arqueando mi espalda, pegando mis codos al colchón y levantando aún más el culo. 

 

Jean al fin llegó. Pude sentir como con sus manos me agarro de las caderas y su cálido y duro pene se depositó sobre mis nalgas. 

 

- Putita blanca, estás nalgas son tal como me gustan. - dijo llevando sus manos a ellas, me las acariciaba enteras. Yo suspiraba de excitación, con el rostro bien pegado al viejo colchón. 

 

Con sus dedos me agarro la tanguita y la hizo a un lado. Acomodó su verga y comenzó a pasar su cabezón por sobre mi mojada y caliente vagina. 

 

Ahí estaba yo, toda entregada a 4 patas para ese tipo tan violento que me arruinó muchas jornadas de estudio con su estruendosa música y que cuando le intentaba pedir amablemente que bajara el volumen, amenazaba con golpearme. 

 

No podía creer que me estuviese sometiendo a esa bestia. Estaba dejándole restregar su verga contra mi vagina y muy pronto me la iba a meter. 

 

- ¡Aquí te voy, rubia! - soltó mis nalgas y me agarró de mi cinturita. 

 

- ¡Prepárate, te la voy a meter toda de un sólo vergazo! - empezó a mover sus caderas hacia atrás. 

 

El momento ya había llegado, me la iba a meter. Cerré mis ojos con excitación y humillación. Sentí como mi masculinidad se me escapaba por los poros. 

 

¡Plaf! 

 

Fue el poderoso ruido que se generó cuando su pelvis chocó contra mis nalgas, a continuación, siguió mi chillido de placer y dolor. 

 

- ¡Aah! - me la había metido todo de golpe, sentí como mi vagina se abrió para darle pasó a su enorme pene. 

 

No me dio tiempo a pensar. Volvió a echar hacia atrás sus caderas, sacando su pene de mi interior. 

 

¡Plaf! 

 

Me la volvió a meter toda, mi vagina palpitaba, moría de vergüenza. 

 

- ¡Aah, dios mío! - gemí sufriendo un precoz orgasmo, no podía ser cierto. 

 

- Jajaja, te gusta mi verga negra. Rubia golosa. A gozar. - muy excitado comenzó a mover sus caderas repetidamente de atrás hacia adelante. 

 

Yo estaba perdida en el placer, aún estaba teniendo mi orgasmo mientras el negro me embestía con una fuerza feroz. 


 


- ¡Aah! ¡aah! ¡yaaa! - gemía llena de placer, mis nalgas aplaudían fuerte por cada una de sus metidas. Me moría de placer. 

 

Era una sensación única, como hombre nunca sentí tal placer. El sexo como mujer era de ensueño, jamás pensé que se podría sentir tanto placer. 

 

- Hmm tan rica y apretadita. - decía gruñendo de placer. 

 

- ¡Que rico! - decía extasiada, la cama rechinaba y el respaldo de la misma chocaba fuerte contra la pared. 

 

- Eres mía ahora, menos mal me llegó una vecina rica para coger a diario. Las otras viejas están bien feas. - me decía convencido de que yo me dejaría follar más veces. 

 

No le respondí, seguí disfrutando de la deliciosa sensación de su cabezota al entrar bien profundo dentro de mi vagina. 

 

Ya no pensaba en mi pasado como hombre, la vergüenza ya no existía. Ahora era una hembra siendo embestida por un poderoso macho negro. 

 

- ¡Sí! ¡Sí! ¡Así por favor! - ahora exclamaba de placer, ya no ocultaba lo mucho que me gustaba ser penetrada por él. 

 

- Hmm ¡sabía que te encanta la verga! ¡Toma esto! - llevo sus manos a mi cabello y comenzó a jalar de él como si fuesen riendas de un caballo. 

 

Me la metía cada vez más rápido, tuve un nuevo orgasmo. No entendía si era normal tener un orgasmo tan seguido del otro. 

 

- ¡Sí! ¡Delicia, tu verga es una delicia! - le decía ya vuelta loca de tanto placer. 

Él me tiraba más fuerte el cabello, mi pecho se despegó del colchón y mis tetas comenzaron a bailar al ritmo de sus embestidas. 

 

Jean gruñía con orgullo, mi sumisión lo alimentaba y se volvía cada vez más dominante. 

 

Comencé a mover mis caderas hacia atrás como cuando estábamos bailando, éramos demasiado compatibles en la cama. Nuestro ritmo era perfecto, el negro gruñía encantado. 

 

- ¡Sigue Jean, no pares! - nuestros cuerpos ya dudaban, mis tetas no paraban de bailar. 

 

- ¡Eres mucho más puta de lo que pensé! - gemía feliz, dejó de jalar mi cabello para agarrarse de mis pechos. 

 

Seguimos así unos minutos, mi cuerpo respondía a todos sus estímulos. Finalmente sacó su pene de mi interior y se sacó el condón para llenarme la espalda y nalga con su denso y tibio esperma. 

 

- ¡UF! ¡Aquí tienes la leche! - exclamo el negro tirándome su semen. 

 

Caí rendida sobre la cama, toda roja y sudada. Pensaba que todo había acabado. 


 


- No te relajes blanquita, aún tengo más verga para ti. - me quedé sorprendida al voltear la cabeza y ver su pene igual de duro que al comienzo. 

 

Me despojó de mi tanga y me hizo abrir de piernas, luego de ponerse un nuevo condón se abalanzó sobre mí. Con todo su poderoso cuerpo comenzó a montarme. Aplastaba mis tetas con su pecho. 

 

- ¡Dios Jean! ¡Delicia! - con mis piernas bien abiertas y levantadas en el aire comencé a gemir. Puse mis manos en su espalda y lo acaricié mientras me follaba. Aún llevaba mis hermosos tacones puestos. 

 

Ese era un verdadero toro, como hombre nunca fui igual de intenso en la cama. 

Volvió a intentar acercar su rostro al mío y besarme. Al principio no quise, pero luego me dejé llevar por el placer. Abrí mi boca y le dejé pegar sus labios a los míos. Sentí su lengua ingresando a mi boca y envolviéndose con la mía. 

 

Mis pies se mecían al ritmo de la cogida, ese beso fue demasiado intenso, nunca me excite tanto dando uno. Hasta la lengua la tenía grande. 

 

Jean me sacó un nuevo orgasmo, era mi macho, mi dios. Yo no era una mujer, era una hembra hambrienta de sexo. 

 

Puso sus manos en mi culo, me levanto desde ahí. Me colgué de su cuello y en una gran demostración de poder me comenzó a follar en el aire. 

 

Me levantaba desde las nalgas y me hacía caer directamente en su verga. Mi culo rebosaba una y otra vez, apoyé mi mentón en su hombro derecho. 

 

Ya no hablábamos, sólo gemíamos mientras nos apareábamos como animales. 

Me mantuve aferrada a él, que me mantenía sujeta con sus poderosas manos. Era una cosa bestial, no mostraba ningún signo de cansancio. Eso sí sudaba mucho, mis pechos aplastados contra él podían sentir aquella humedad. 

 

No me soltó en ningún momento, continuó follándome sin descanso, hasta que estalle en un nuevo orgasmo. 

 

- Hmm putita, la vamos a pasar muy bien juntos. - me volvió a robar un beso luego de eso, me tenía bien atendida así que no proteste nada. 

 

Se sentó encima de la cama, luego echó su espalda hacia atrás hasta quedar acostado. 

 

Pude entender que era mi turno de satisfacer a mi macho. Apoyé mis manos en su poderoso pecho y mis rodillas sobre el colchón de la cama, entonces comencé a rebotar de arriba a abajo, ensartándome en su enorme verga. 

 

- ¡UF! ¡Monta mi verga! - llevó sus grandes y poderosas manos a mis tetas. Solté mis manos de su pecho y comencé a acariciar sus brazos mientras me movía sobre su pene. 

 

Mi pelo me molestaba así que llevé mis manos a mi cabeza y lo eché hacia atrás. 

 

Con las manos en la frente seguí moviéndome con pasión, su verga era la motivación suficiente para rebotar sin parar. Soltó mis tetas y las puso en mi cinturita. 

 

Me mantenía sentada y movía mis caderas de atrás hacia adelante, se sentía exquisito. 

 

Llevé mis manos hacia atrás, apoyándolas en sus cuádriceps. Me seguí moviendo de arriba a abajo, atrás adelante. Mis tetas eran un festival de rebotes. 

 

Él movía sus caderas, acompañando y potenciando los míos. Estábamos en el borde del clímax. 

 

- ¡Ya! ¡Exprímeme la leche! - gritó el negro y continué mi trabajo. Mi orgasmo igual estaba cerca. 

 

Saltaba más fuerte, su pene era por escándalo lo mejor que había probado en toda mi vida 

 

- ¡Que rico! - dije sin dejar de saltar, pronto sentí mi orgasmo otra vez. Al mismo tiempo pude sentir su verga palpitar, estaba eyaculando en el condón. 

 

Tiré mi cuerpo hacia adelante, aplasté mis tetas contra él y nos quedamos besando. Disfrutábamos nuestros orgasmos mientras jugábamos enrollando nuestras lenguas. 

 

Nuestros sudados cuerpos respiraban con agitación, me levanté de su pene y él se sacó el condón. Le hizo un nudo y lo tiró lejos. 

 

Con fuerza me tomó de las caderas y me hizo acostar a su lado. Quedé con mi cabeza en su pecho, mientras el acariciaba mis nalgas, yo con mis finas manos hacía lo propio con su poderoso pecho. Estuvimos teniendo sexo por una hora, yo estaba cansada, me terminé durmiendo sobre él. 

 

Desperté a las 4 a.m. sentía un fuerte olor y mi cabeza acostada sobre algo cálido. Casi me da un infarto al ver que estaba durmiendo con Jean. No había sido un sueño, todo fue real. Me había entregado a mi violento vecino negro. 

 

Casi grito de la impresión, pero aguante para escapar de ahí. Aún me tenía bien sujeta del culo. 

 

Con extremo cuidado me saqué su mano de encima y me levanté. Pude notar que aún tenía mis tacones puestos, me puse mi bata y encontré mi tanguita tirada en el piso. De esa manera me fui, haciendo el menor ruido posible. Finalmente llegué a mi casa y me fui a la ducha. 

 

Sentía ganas de llorar, tuve sexo con un hombre. Encima con uno que me trató muy mal el pasado. 

 

Limpié todo mi cuerpo, quería eliminar todo rastro del encuentro con Jean, pero ese recuerdo me acompañaría por el resto de mi vida 

Me sentía tan culpable, no pude volver a dormir. Lo peor de todo es que había disfrutado que mi vecino me cogiera. 

 

Ya era suficiente, debía volver a la normalidad cuanto antes o terminaría convirtiéndome en una adicta al sexo. 

 

Al menos aún me atraían las mujeres, eso me daba cierto grado de tranquilidad. 

 

Busqué nuevamente en internet, vi sobre algunas médiums y cosas así. Antes había descartado eso, no creía en esas cosas. Pero ahora que me había transformado en mujer todo era posible. 

 

Registré uno de los números y lo guardé para llamar más tarde, debido a que eran las 5 de la mañana. Me recosté sobre la cama para descansar 

 

Luego de 3 horas me levanté. Puse a lavar mi ropa y la dejé colgando. Me vestí con una blusa blanca y pantalones negros. Tuve que usar mi traje de baño como ropa interior. Sin duda necesitaría más prendas íntimas. 

 

De esa manera ya quedé lista para ir al trabajo, lo que más quería era trabajar para despejar mi mente de lo que había pasado la noche anterior en el departamento de mi vecino. 

 

Bajé rápidamente por las escaleras. No quería que nadie me reconociera, en esos departamentos las paredes eran delgadas como papel. Seguro ya todos sabían que Jean me cogía. 

 

Llegué hasta el paradero y usé el bus para llegar hasta el restaurante. 

 

El camino fue muy tranquilo, sentía el cuerpo relajado y me sentía de buen humor. Moría de vergüenza, así que de esa manera se sentía una mujer cuando la dejaban bien cogida. 

 

Al llegar a mi lugar de trabajo, sólo estaba Javiera. La saludé alegremente, ella me veía y sonreía. 

 

- Qué buen humor traes ¿te pasó algo bueno? - 

 

Yo me sonrojé mucho y negué repetidas veces con la cabeza. Ella sólo río, por mi reacción ya se imaginaba lo que pasó. 

 

- Ya, tranquila... sólo son bromas, no te pongas así. - Dijo mientras se sentaba en una de las sillas. 

 

- Mejor barramos antes de que llegué Juan. - Dije para cambiar de tema, además no quería problemas con el jefe. 

 

Agarré la escoba y comencé a barrer con rapidez al ver la hora. Ese hombre siempre se enojaba conmigo cuando no barría, a pesar de que aquello no era una de mis funciones como mesero. Me sorprendía que Javiera estuviese tan tranquilamente sentada. 

 

En eso estábamos, cuando llegó el jefe y nos quedó viendo. Ya me preparaba para ser regañada. 

 

- Buenos días, chicas... ay, Josefina, no es necesario que barras. Debes cuidar esas lindas manos. - se me acercó y me quito la escoba de las manos. 

 

No podía creer el cambio de actitud tan grande que tuvo conmigo. En el pasado sólo andaba gruñendo y regañando, ahora era muy comprensivo y protector. 


 


- Bueno Don Juan... pensé que habría que ayudar. - respondí algo sonrojada. 

 

- Que linda y trabajadora, estás sumando puntos para ser la empleada del mes. - aquello ni existía, lo sabía bien. Sólo lo decía para intentar coquetear conmigo. 

 

- Gracias señor. - respondí sin más. Me alejé para ir con Javiera, mis movimientos eran sensuales por naturaleza. Al ver en el espejo, pude ver como él miraba embobado mi gran trasero. 

 

- Jaja, chupamedias. - se reía Javiera, ahora entendía su actitud tan relajada. Seguro Juan le daba trato especial también sólo por estar bonita. 

 

- No seas tonta, esa no fue mi intención. - me defendí, mirando de reojo a Juan, quien me miraba con absoluto deseo. 

 

- Si que te tiene ganas... - dijo Javiera, confirmando lo obvio. 

 

- Que se quede con las ganas... jamás le daré oportunidad. - respondí nerviosa. 

 

- Lo mismo decía yo... no sé cómo lo hace, pero siempre consigue lo que quiere. Créeme, acabarás en la cama con él... y te va a gustar. -dice despreocupadamente, sin saber que esas palabras retumbaban en mi cabeza. 

 

Ya me imaginaba desnuda en la cama con ese soberbio. Recibiendo su pene, bien abierta de piernas, mientras me dedicaba una mirada burlona y disfrutaba de mi espectacular cuerpazo. Haciendo rebotar mis deliciosos pechos sólo con las embestidas de sus caderas. 

 

- Ya no pienses en eso, jaja. Que pasé lo que deba pasar y ya. - dijo mi compañera, sacándome de mis pensamientos. 

 

Comenzamos a trabajar. Los clientes me trataban genial y me daban generosas propinas. Yo sonreía cordialmente y les daba buen trato como acostumbraba, pero ahora ellos parecían encantados, no como cuando era un chico simplón y apenas me daban las gracias. 

 

Termine cansada de tanto caminar de aquí a allá. Llegué hasta el cuarto de descanso para empleados. Allí me esperaba Juan. 

 

- ¿Y bien? Ya tienes número teléfono, ayer me dijiste que conseguirías uno. - Era cierto, el día anterior me había librado, pero ese hombre no lo había olvidado. 

 

Le entregué mi número, después de todo él debía tenerlo, era mi jefe. Se le veía muy feliz al recibirlo. 

 

- No he podido dejar de verlas... que delicia. - no entendía a que se refería, hasta que me mostró en su teléfono. Eran mis fotos en lencería, las que modelé para la tienda. 

 

- Yo... eso... - balbucee nerviosamente, mientras él sonreía. 

 

- Tranquila, es normal. Con esa belleza no debes limitarte a ser una mesera. Modelar es para ti... con ese cuerpazo, sería pecado no enseñarlo. - se quedó viendo mis pronunciadas curvas. No sabía cómo responderle. Era demasiado directo y me hablaba con mucha seguridad. 

 

- Gran- Gracias... - respondí cabizbaja. El tipo sólo reía levemente. 

 

- Será glorioso el día que me entregues todo eso. - me dijo como si nada. Apreté mis puños con nervios. 

 

- Jamás lo tendrá... - respondí algo intimidada por la seguridad con las que decía esas palabras. 

 

- Ya te lo dije, me encantan las difíciles... será más delicioso cuando al fin seas mía. - se fue, con esa aura imponente, dejándome toda sonrojada y temblorosa. 

 

Lo peor de todo, es que sentía un intenso calor en mi entrepierna. Desde mi cambio, mi cuerpo reaccionaba así ante los denominados machos "alfa". Me vi obligada a ir al baño a lavar mi cara con agua fría. 

 

Julián y Jean me llevaron al paraíso. Quizás que sería capaz de hacerme Juan, era un alfa dominante al igual que los dos anteriores. Me había dado cuenta de que era totalmente débil ante ese tipo de hombres. Mis instintos me decían que debía rendirles devoción. 

 

No quería darle la satisfacción de entregarle mi cuerpo a ese tipo tan soberbio, pero sentía un intenso calor por todo mi ser. 

 

Salí del local, con el rostro caliente y deseosa de sexo. Jean... pensaba, pero no quería hacerlo de nuevo con él. Seguro se sentiría con derechos sobre mí y me buscaría a diario para coger. Quería experimentar, pero a mi ritmo. 

 

Julián... ese hombre me dio su número de teléfono. Ese viejo flacucho que estuvo a nada de arrebatar mi virginidad. 

 

Mis instintos femeninos terminaron triunfando. Marqué a su número. 

 

- Hola, habla Josefina... no me vendrían mal un par de tacones... - hablé con una voz muy sensual, casi ronroneando. 



 

No me reconocía a mí misma. Hace nada me sentía avergonzada de haber sido tomada por Jean y en sólo horas ya andaba buscando entregarme a otro hombre. 

 

El viejo se escuchaba encantado. Se alegraba que le hubiese llamado 

 

- Hmm no tienes idea de cantidad de veces que vi el video que grabamos juntos... escucha, nos reuniremos en esta dirección. Entra y di mi nombre en la recepción. - se trataba de un lujoso hotel a las afueras de la ciudad. 

 

El hombre estaba tan ansioso que envió un taxi para que me recogiera y me llevara al lugar de inmediato. 

 

 

Me encontraba desnuda en el cuarto de hotel, bebiendo una copa de vino. Me sentía muy ansiosa y excitada. Estaba allí, esperando a que llegara mi "hombre" a hacerme totalmente suya. 

 

Me paseaba por el lujoso cuarto, admirando lo grande y bien decorado que estaba. La cama estaba lista para recibir el combate que librarían mi cuerpo y el de Julián. 

 

Reí por pensar en eso, dejé de beber y me metí dentro de las sábanas. Ya me imaginaba explotando de placer en las manos de ese experimentado maduro. 




martes, 19 de septiembre de 2023

De cuando comenzó mi transformación (Trans)

 




Hola a todos.  Me presento, soy Daniela, una chica trans de la CDMX. Tengo 23 años y casi dos de terapia de reemplazo hormonal. Esto me ha ayudado al crecimiento de mis caderas y nalgas, así como a favorecer el desarrollo de una piel más suave. Mis senos -a pesar de tener la forma decididamente femenina- aún son pequeños, pero por el momento no me disgusta, ya que pasó por una mujer delgada (que si lo soy) y atlética. Creo ser muy bonita de cara: tengo ojos grandes, nariz delgada y labios finos; mi cabello es abundante, y si bien no es lo largo que me gustaría, bien peinado luce increíble. Así soy al día de hoy y me gusta.


Como muchas, mi lugar en el mundo lo empecé a intuir desde mi adolescencia. No es que me gustara jugar con muñecas, ni cambiarles el pañal a bebés de plástico. Pero por algún motivo que aún ignoro, mi cuerpo no se desarrolló como el de mis compañeros. Y al cumplir la mayoría de edad, era más que evidente que había algo raro en mí: mis glúteos eran más grandes y redondos que los de los demás hombres. Había una curva que ya se formaba entre mi delgada cintura y las caderas que, si bien no eran como las que tengo hoy, si eran más prominentes incluso que las de algunas chicas de mi edad. Además, mi piel es blanca y lampiña y mi voz algo andrógina. Esto me causaba ya algunos conflictos: en la universidad solían tratarme como mujer, en la calle me gritaban piropos (algunos muy groseros) y en muchos sitios se sorprendían cuando mostraba mis credenciales y se mostraba el sexo masculino.


He de confesar que, cuando estaba más joven, esas confusiones me desagradaban. Pero con el paso del tiempo, entendí que posiblemente era el mundo quien estaba en lo correcto: yo tenía más el tipo de una chica.


Así que, un día en que no hubo clases en la Universidad (recién había iniciado mis estudios ahí), me infiltre al cuarto de mi mamá. Ella trabajaba todo el día, por lo que en la casa solo estábamos yo y mis encendidas dudas. Tomé de su cajón unas bragas cacheteras que hacía mucho que no se ponía, unas pantimedias, una falda corta y una blusa ligera. Un sujetador y unas zapatillas de tacón bajito completaron el vestuario que me pondría por vez primera. Entonces me desnudé por completo, y me fuí acomodando cada prenda. Ahí descubrí la maravillosa sensación de tener unos calzones diminutos pero cómodos, la suavidad de las telas y lo bien que me ajustaba todo. Antes de verme al espejo, solté mi cabello y lo peiné de la manera más femenina que se me ocurrió. Y entonces sucedió.


Lo que pude apreciar en la imagen reflejada era bellísimo: la falda daba un brinco en mi trasero y caía delicadamente en unas piernas largas y estilizadas. La blusa me quedaba ceñida y me hacía ver más delgada y linda. Y muy sexy. Y sensual. Mi cabello castaño hacía un magnífico marco a una cara que, aún sin gota de maquillaje, lucía bonita y agradable y todo lo que aparecía en ese reflejo gritaba al cielo que una hermosa muchacha habitaba ahí. Y entonces lloré, porque me di cuenta de que está era la imagen que estaba guardada en mi imaginación todo este tiempo. Porque descubrí que, a partir de esos momentos, mi vida estaría consagrada a reivindicar esta forma de ser, y que no me importaban más las consecuencias a fin de dejar vivir a Daniela e ir dejando en el olvido a quien, en un mal día, se le llamo Daniel...




Espero que les haya gustado este breve relato de mi vida. En los siguientes días iré comentando más al respecto y de la vez que me entregué a mi primer hombre

Mi primera vez de mujer (Relato Trans)

Este resumen no está disponible. Haz clic en este enlace para ver la entrada.