Mi primera vez con un dotado.

 

Todo sucedió cuando apenas empezaba la secundaria y estaba por cumplir 17 años, en realidad todo viene de antes, puesto que desde los 15 años, mi primo Juan, que compartía habitación conmigo y tenia 24 años me enseño el sexo oral, el me daba dulces y me complacía en mis caprichos durante el día y por las noches me cobraba, yo inocentemente accedí a todos sus juego y obviamente me tomaba todas las noches una buena cantidad de leche. Pero de eso no recuerdo mucho por eso lo voy a omitir. 

Yo vivía con mis tíos cuando estaba en educación básica, pero al pasar a la preparatoria me fui a vivir a casa de mis papa, algo modesto a comparación de donde vivía antes, pero muy cómodo, conocí unos chicos súper geniales en el cole, me hice a buenos amigos, aunque muy pocos, en una ocasión llegó el hermano menor de mi vecino, pronto entablamos una buena amistad y empezamos a compartir varias cosas. 

En una ocasión me quede solo en casa y le pedí que me acompañar, pues había un grupo de ladrones molestando (esa fue la excusa), una vez en casa empezamos ha hablar de varias cosas, el me pregunto que que era lo que yo quería con el púes lo de los ladrones era falso. Al sentirme descubierto solo le dije que lo que pasara debía quedar solo entre el y yo, el dijo que eso no dependía de el sino de mi, - si te portas bien yo me porto bien-. Ya el sabia lo que quería saco un pene duro, no muy grande, pero encorvado cono una "C" o un plátano por lo gordo. Empecé a mamar con deseo, parecía muerto de hambre, cuando estábamos en lo mejor sentimos llegar a la gente. Por lo que el se guardo mi dulce y se sentó en el sillón a ver televisión, pero luego de un rato se levanto y me dijo a los doce en el callejón.... 

A la media noche salí evitando hacer ruido y ahí estaba el chico, esta vez me dijo que me apurara, el frio lo tenia parado, - mama un ratito y te preparas, a lo mío me metí de nuevo ese grueso pedazo de carne y mame un rato, el me volteo y me dijo, vamos a ver cuantas vergas te has metido, eres una nenita linda y hoy te voy a probar,, cuando escuche eso me asuste, no quería que me pegara, entonces me pregunto si tenia preservativo, - no, - hay mamita esto te va a doler entonces, si es verdad que es tu primer huevo... Entonces empezó a pasarme lengua por mi orto apretado, lo hacia muy rico y cada lengüetazo me hacía sentir más caliente, el pasaba su lengua de arriba a abajo, en círculos, en zigzag, de tal manera que mi hoyito empezaba a exigir más y más. Yo ya estaba muy caliente- 

Empezó a tratar de meterlo suavemente, pero no podía, lo tenia muy gordo, entonces se unto lubricante  y me dijo - me calentaste y de aquí te vas roto... quiero sentir tu rico hoyito. 

Dicho esto me metió de un tirón el glande, sentí un horrible dolor recorrer mi cuerpo, como si se enterrara algo entre mis piernas, perdí la fuerza de las piernas y quise sacarla, y eso que sólo era la cabeza de su gordo miembro.

- no amorcito,,, de un empujón metió mas de la mitad de ese pene doblado y fue cuando me dijo, calma, ya pasará... y me dejó enterrado su miembro por un determinados minutos. 

El trozo que quedo lo metió poco a poco, en cada embestida sentí como mi cuerpo se estiraba.... sólo escuchaba su respiración muy agitada.

Deja el espectáculo que esto querías bebé, - tienes razón pero no sabia lo que duele, empezó a darme duro y con mayor rapidez yo sentía como me partí por dentro, es mentira que el dolor se convierte en placer a los 17 años me rompió un hombre de 25 y sentía como me dolía, pero como que me gustaba, empecé a moverme y me decía - esta bien beba, muévete más, eso quieres... entonces empecé a moverme junto con él luego sentí que dejo de moverse y me dijo:  "ahí tienes... mucha leche por este día". 

Me comí ese virguito.... rico amorcito... yo te aviso si quiero mas.. se fue y me dejo ahí yo sabia que estaba lleno de leche en el orto, me metí al baño y me bañe, por una semana lo recorde cada vez que iba al baño, pues me excitaba pensarlo.... dos semanas después me llamo y me invito a tirar de nuevo.... lo hicimos varias veces hasta que me mudé de ciudad de nuevo.